Así, el presupuesto comunitario debería seguir consistiendo en un instrumento finalista y estructural, de apoyo a la inversión, a la concentración de la oferta, a la mejora de la posición del agricultor en la cadena y a su capacidad de participar en la comercialización.
En el Informe aprobado se pide a la Comisión Europea incrementar el nivel general de apoyo a estas organizaciones imprescindibles para la incorporación de jóvenes, la introducción de innovación y la internacionalización del sector. Asimismo, los europarlamentarios apuntan a la excesiva carga burocrática del régimen de ayuda y su insuficiente seguridad jurídica y la conveniencia de incentivar las fusiones entre las OP existentes.
El Informe también hace referencia al capítulo de “medidas de gestión de crisis”, pidiendo el incremento de los volúmenes de retirada y la actualización de sus indemnizaciones teniendo en cuenta los costes de producción. Por otra parte, ante el veto ruso, los eurodiputados han pedido la activación preventiva de las “medidas excepcionales” previstas en la OCM única a la vista del riesgo que corre este sector cara a la campaña de verano.
En relación con las producciones venidas de terceros países, el Informe aprobado pide que esas importaciones se sometan a las mismas reglas que obedece la producción comunitaria y que se refuercen los mecanismos de control fitosanitario en frontera.
En el otro sentido, el PE hace suya una de las principales reivindicaciones del sector hortofrutícola: que la UE asuma un papel más activo en las negociaciones para la apertura de nuevos mercados y el levantamiento de barreras fitosanitarias.