Según ha informado la UPV en un comunicado, la base del nuevo producto es ‘candida sake’, un microorganismo de biocontrol inocuo cuyo uso constituye una de las alternativas de mayor interés frente a los fungicidas químicos.
En forma de granulado dispersable en agua, sirve para el control biológico del cultivo de la uva.
Diluido en agua y pulverizado sobre las plantas, genera un film comestible y totalmente inocuo sobre estos cultivos, protegiéndolos de la podredumbre por ‘botrytis cinerea’, una de las causas más importantes de deterioro y pérdidas en el sector vitícola.
Parte de este trabajo ha sido publicado recientemente en la revista Biological Control y ha obtenido financiación del INIA (Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias) y del Feder (Fondo Europeo de Desarrollo Regional).
La base del nuevo producto es la levadura Candida sake CPA-1, un agente de biocontrol aislado y desarrollado por el IRTA y la Universitat de Lleida y que ya había mostrado anteriormente su efectividad en el control de las principales enfermedades de poscosecha de fruta de pepita, y cuyo uso constituye una de las alternativas de mayor interés frente a los fungicidas químicos.
Los estudios coordinados de los investigadores de la UPV (expertos en recubrimientos) y del IRTA (expertos en biocontrol y en producción y formulación de microorganismos) han permitido desarrollar nuevas formulaciones de este microorganismo para garantizar su máxima eficacia, durabilidad y resistencia.
Las primeras pruebas de campo del nuevo producto se llevaron a cabo el pasado verano por el IRTA en una explotación comercial de la Denominación de Origen "Costers del Segre" con unos resultados altamente satisfactorios, han informado las mismas fuentes.
Los investigadores volverán a aplicar el producto este año, para verificar los resultados y analizar la incidencia de posibles variaciones en las condiciones meteorológicas.
El equipo de la UPV y el IRTA trabaja también en el uso de agentes de biocontrol microencapsulados para su aplicación en el cultivo de cucurbitáceas, así como en nuevos encapsulados de productos naturales no tóxicos como pueden ser, los componentes de aceites esenciales, para el control de diferentes plagas del campo.