Retail

Consumidores prefieren adquirir frescos en tiendas especializadas con 36 por ciento de cuota

El supermercado, con un 43 por ciento de las compras en 2014, es el modelo preferido para adquirir alimentos -sobre todo para los envasados, aunque la tienda especializada es la más elegida con un 36,4 por ciento de cuota de mercado para hacerse con productos frescos.

  • natural-tropic

Los españoles compraron en 2014 para consumir en sus hogares un menor volumen de alimentos, entre ellos frutas y hortalizas frescas y patatas. La elección del establecimiento de compra está determinada por la calidad de los productos, su proximidad o cercanía y sus buenos precios aparte de las ofertas.

Gasto

El gasto total en alimentación alcanzó los 98.052 millones de euros durante 2014, un 3,2 por ciento por debajo del registrado en 2013, un retroceso que se produjo sobre todo por la caída de hasta el -3,5 por ciento del presupuesto destinado a esta partida en los hogares, que se situó en 66.443 millones de euros.

Así se desprende del "Informe del Consumo de Alimentación en España 2014" difundido por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), que también ha hecho públicos los datos del Panel de Consumo Alimentario en los Hogares de diciembre de 2014 y de enero y febrero de 2015.

Desde el Ministerio creen que la evolución negativa en el consumo alimentario se debe en gran parte a la disminución de la población española consumidora y del número de hogares, así como a la aparición de descensos en el índice de precios al consumo (IPC) general y de alimentación y bebidas no alcohólicas desde 2013.

También consideran que ha sido clave en este descenso el que no se haya reflejado aún en el PIB la mejora de la actividad de la restauración de los últimos cuatro años, un sector que en 2014 frenó el descenso de su gasto en alimentación hasta el -1,3 por ciento (31.609 millones de euros).

En el hogar, según el Magrama, hubo una caída en el consumo (-2,3 por ciento) y un menor precio medio de los alimentos (-1,2 por ciento), lo que fijó el consumo per cápita de alimentos en 662 kilogramos por persona y en un valor medio de 1.482,3 euros por persona.