El estudio encontró que un tercio de los consumidores podría considerar cambiar de tienda en el caso de no encontrar las frutas y verduras que están buscando y que podrían considerar la posibilidad de asegurar que un producto se encuentra disponible antes de decidir dónde comprarlo.
Las conclusiones señalan que los clientes que compran con más frecuencia unas 26 veces por mes, lo hacen para obtener los productos más frescos, incluyendo un 35 por ciento de los encuestados este grupo.
Los clientes que compran frutas y hortalizas frescas eran más propensos a la compra impulsiva de fruta fresca (16 por ciento) que de alcohol (11 por ciento). Y alrededor del 36 por ciento consideraría adquirir el producto en otro punto de venta si no pueden adquirir las frutas y hortalizas frescas que buscan en su punto habitual de compra.
Julie Cumberland, directora de marketing para EMEA, en iTradeNetwork, ha destacado que estos resultados confirman que los minoristas deberían centrarse en su oferta de productos frescos con el objetivo de conservar la lealtad del cliente y añadir valor añadido a la cesta de la compra de sus clientes.
Los clientes esperan para obtener el producto lo más fresco posible. Para ello están dispuestos a comprar con más frecuencia. Las promociones sobre el producto fresco y las tiendas que estimulan un mayor compromiso con el consumidor con información sobre cómo utilizar ciertos productos frescos, fomentan la lealtad del comprador. La investigación destaca que para mantener la lealtad del consumidor a largo plazo, se necesita mantener un stock permanente de producto fresco y de calidad, publica fruitnet.com.
Más de la mitad de los compradores de productos frescos que fueron encuestados preferían pagar un poco más si de esa forma ganaban calidad en el producto. Al mismo tiempo, un mayor énfasis en la calidad de la tienda podía ayudar a impulsar la compra en este tipo de categorías.
