Por este motivo, el consejo de administración de la sociedad MercaSalamanca ha tenido que aprobar la puesta en marcha de un nuevo plan de negocio y viabilidad para intentar sacar a la sociedad de sus problemas. Y se ha aprobado una nueva ampliación de capital de 900.000 euros que se suma a las ya hechas anteriormente. Según sus cuentas, entre 2012 y 2014 se inyectaron 5,6 millones de euros en empliación de capital. El Ayuntamiento tiene un 52 por ciento de la sociedad y lleva la voz cantante también en las pérdidas y en las aportaciones de capital: se hará cargo de más de 450.000 euros.
Un nuevo programa de actuaciones para ‘rescatar’ la sociedad que evidencia la delicada situación por la que atraviesa este proyecto millonario (40 millones de inversión inicial y hasta 100 como potencial) al que solo le han bastado seis años desde su puesta en marcha para demostrar que el planteamiento con el que nació no era el más adecuado, señala el diario La Tribuna de Salamanca.
Esta es una situación que han advertido los interventores desde hace años. En 2010, solo un año después del traslado, el informe anual ya advertía de la delicada situación de la sociedad y sus importantes pérdidas. Y en 2014 de nuevo volvieron a advertir de la "inquietante" situación de MercaSalamanca tras arrojar pérdidas de más de 400.000 euros por la pérdida de ocupación y recaudación por tarifas a los minoristas. Este 2015, según las cuentas presentadas al consejo de administración, el resultado será positivo, pero solo 80.000 euros, una cantidad insuficiente para recuperar deuda.
Esta situación ha empeorado durante este año porque el nivel de ocupación de los módulos de frutería no llega al 45 por ciento y se ha desplomado la demanda de mayoristas de pescadería. Con menos clientes, los ingresos por la explotación han ido a la baja como en 2014, cuando cayeron un tercio sobre lo previsto en el primer plan de viabilidad.
Tampoco se ha podido cubrir la parte de ingresos que se esperaban con ventas de terrenos. El año pasado no se vendió una sola parcela, aunque se cobró parte del pago de la que se ‘endosó’ al patronato de vivienda, y este año solo se ha vendido el negocio de la gasolinera. El plan de viabilidad prevé ventas anuales del suelo de las antiguas instalaciones por valor de de 1,3 millones de euros, objetivo al que no se llega.