Comercio Justo quiere que los consumidores sean conscientes de «la importancia de conocer de dónde proceden los artículos que compran y quién los ha elaborado» para garantizar la transparencia, trazabilidad y los derechos laborales y humanos de quienes los realizan, han sentenciado.
Han recordado que el último Eurobarómetro (mayo de 2016), el 50 por ciento de las personas encuestadas manifestaron que estarían dispuestas a pagar más por productos de comercio justo, una proporción que aumenta en relación a años anteriores.
En España, el consumo de productos de Comercio Justo alcanzó los 35 millones de euros en 2015, un 6 por ciento más que el año anterior; pese a dicho crecimiento -han precisado- el país aún sigue a la cola en relación con el resto de Europa, con un gasto medio per cápita de 75 céntimos, frente a la media europea de 12,4 euros.
