La asociación Freshfel -que agrupa a comerciantes de frutas y hortalizas- ha denunciado la intención de Rusia de poner nuevas «trabas» a las importaciones europeas, porque exigirá a partir del 1 de noviembre un «certificado de seguridad» a productos como varias verduras o cítricos españoles. Según Freshfel, el Servicio Federal para el Control Veterinario y Fitosanitario de Rusia requerirá a partir del sábado certificaciones de seguridad a varios tipos de frutas y verduras procedentes de España, Holanda, Lituania, Hungría, Grecia e Italia.
En el caso de España, la medida afectará a los envíos de naranjas, mandarinas, pomelos, zanahorias y lechugas. La imposición de certificados, según esta organización, «obstaculiza» las exportaciones de productos hortofrutícolas europeos, que «se cultivan con estrictos requisitos sanitarios y ambientales».