Benito Orihuel, director general de la firma asentada en Valencia, dibujó durante su ponencia el mapamundi de la producción hortofrutícola, en continuo crecimiento; y el de la importación y exportación, detectando que el sector sufre un importante porcentaje de pérdidas y merma de las calidades.
“Es en ese escenario donde Citrosol ofrece herramientas para frenar dichas pérdidas, mantener la calidad y ampliar la vida útil de los alimentos”, señala Orihuel.
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Las frutas y verduras que no mantienen una adecuada conservación poscosecha sufren distintas sintomatologías que van desde la pérdida de peso, pasando por el exceso de maduración, trastornos de la corteza o arrugamiento hasta llegar incluso a la ausencia de sabor.
Aún siendo las mayores pérdidas debidas a los podridos originados por hongos y bacterias. Las soluciones que se dan son muchas veces parciales, por ejemplo, en el transporte en frío o en el uso de atmósferas controladas.
Ante los problemas antes descritos los tratamientos poscosecha, que promueve Citrosol, dan como resultado un elevado nivel de control, ya sea evitando el envejecimiento de los frutos o las pérdidas por podrido.Los profesionales asistentes a este congreso internacional, celebrado en Lima, mostraron gran interés ante el nuevo horizonte que abren los tratamientos de Citrosol, ya que permiten la posibilidad de exportar a mercados más lejanos.
