Aumentar el uso de los acuíferos y las plantas de desalobración, el almacenamiento subterráneo de agua o su reutilización son algunas propuestas realizadas por expertos para combatir en el futuro las sequías y abastecer a una mayor demanda.
En Cataluña la solución incluye, además de la adopción de las anteriores propuestas, la puesta en marcha de la planta desalinizadora proyectada, mejorar la gestión y quizás acometer un trasvase desde el Ródano (Francia) o alargar el minitrasvase del Ebro hasta Barcelona, afirmaron los catedráticos de la Universidad Politécnica de Valencia Andrés Sahuquillo y de la Politécnica de Cataluña Emilio Custodio.
El sistema planteado para llevar hasta Barcelona agua del río Segre no es «propiamente un trasvase» sino una solución de emergencia temporal que consiste en tomar un volumen de agua del río y llevarlo a Barcelona, y que no será permanente, apuntó Sahuquillo, que participa en un simposio celebrado en Madrid y organizado por la Academia de Ciencias Exactas y la Fundación Ramón Areces.
El científico es partidario de potenciar el consumo de agua en acuíferos en los que las consecuencias para el medio ambiente son reducidas, y contrario a la sobreexplotación de otros con consecuencias graves en el entorno.
Las plantas de desalobración que eliminan el exceso de sal del agua salobre de algunos acuíferos y que ya se utilizan para tratar aguas residuales es «quizás la mejor solución para Castilla La Mancha», señaló Custodio.
También se debería aumentar el almacenamiento en acuíferos naturales de agua procedente de otros lugares, «es algo que se hace en la cuenca del Júcar, pero se hace poco», señaló Sahuquillo, o mejorar las conexiones para que se pueda desviar un exceso de agua a embalses «medio vacíos», pero «sería un error hacer más embalses».
Utilizar de forma premeditada las reservas de los acuíferos en épocas más secas y las de los ríos en épocas más húmedas ha demostrado ser un sistema más barato que otras alternativas en Castilla-La Mancha, resaltó.
El científico, miembro del Consejo del Agua, admite haber votado en contra de todas las propuestas de trasvases, porque no estaba de acuerdo con su planteamiento, pero no rechaza frontalmente futuros proyectos que resulten adecuados tras analizar aspectos como los ambientales, los económicos o las posibles alternativas.