Las actividades se celebran en la ciudad lusa de Fundao -próxima a la frontera de Salamanca y Cáceres en España- ya que es la comarca portuguesa con mayor producción de cereza y cuya marca «Cereza de Fundao» es la más preciada por el consumidor portugués.
Marlene Ayala, profesora de la facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica de Chile, ha explicado a Efe, tras el encuentro con empresarios y productores de Portugal, que «el 80 % de toda la cereza que se produce en Chile tiene como destino China».
Es un mercado donde un kilo de cereza puede tener un precio de venta al público de algo más de 6 euros, ya que «los que consumen las cerezas son habitantes chinos con alto poder adquisitivo».
El objetivo es producir variedades de cereza que tengan mucha resistencia y que mantengan sus propiedades las semanas posteriores a ser recolectadas, ya que el proceso de exportación siempre se demora.