La Comisión ha señalado que utilizaría todos los medios a su disposición para obligar a Rusia a cumplir con las normas de la OMC sobre la libre circulación de mercancías, incluyendo tomar acciones legales en caso necesario.
La Comisión ha pedido a las autoridades rusas para aclaraciones sobre los términos del veto en varias ocasiones desde que entró en vigor en agosto de 2014, pero su respuesta ha sido "muy ambigua".
Moscú sostiene que su interpretación del alcance del embargo se basa en diversas legislaciones nacionales, incluido el Código de Aduanas de la Unión Económica Euroasiática.
La obstrucción de Rusia ha llevado a la Comisión a explorar rutas alternativas para el mercado chino. Actualmente está en conversaciones con el gobierno ucraniano que está elaborando un itinerario de transporte con otros países del sur del Cáucaso y Asia Central.