Las compañías firmantes de este acuerdo, que contempla la posibilidad de usar la marca «Tierra de Sabor» para las patatas «premium», son Alcampo, Carrefour, El Corte Inglés, Eroski, El Árbol, Gadis, Mercadona, Pascual Hermanos, Sabeco y Semark (Lupa).
También lo han suscrito la Asociación Española de Cadenas de Supermecados (ACES), la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) y la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicos y Supermecados (Asedas).
Por parte de la Junta de Castilla y León ha firmado el convenio la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, ha suscrito hoy un acuerdo con diez cadenas de distribución con el que se pretende, sobre todo, fomentar la venta del tubérculo cultivado en la región (23.600 hectáreas que dan trabajo a 5.000 personas) y garantizar a los agricultores los costes de producción.
El convenio atiende al compromiso adquirido en la última reunión de la Mesa Regional de la Patata, considerado por Silvia Clemente como «la única opción posible para salvar la campaña», dado que el primer objetivo del mismo es vender el excedente existentes durante los meses de octubre y noviembre.
«Este acuerdo adopta dos compromisos. El primero de ellos es velar por los precios que establece la Ley de Comercio, la cual prohíbe la venta a pérdidas, es decir, no vender por debajo del coste de producción, pues es necesario respetar un precio justo donde los productores, los agricultores ocupan el eslabón más débil», ha manifestado Clemente.
En su opinión, las cadenas de distribución son las que «tienen que velar por que estos precios no estén por debajo, dado que son las que fijan el precio final», el cual, en virtud de este acuerdo, notará el consumidor en su bolsillo, ha asegurado.
El segundo compromiso adquirido por la Junta de Castilla y León con las diez cadenas de distribución, en concreto para más de 4.000 tiendas, es que vendan «patatas de Castilla y León, una comunidad autónoma que es «la mayor productora de patatas en España».
«Tenemos patata de primera calidad para dar respuesta a las demandas de los consumidores. No tiene ningún sentido que se venda patata de fuera», ha subrayado la consejera de Agricultura y Ganadería, que ha detallado que el acuerdo contempla también el uso de la marca «Tierra de Sabor» en estas tiendas para promover el consumo de patatas y hortalizas «premium».
Además, recoge un compromiso de todas las partes implicadas para dotar al sector de mecanismos ágiles que permitan conocer a todos los operadores cambios en los costes de producción.
Durante su alocución ante los medios, Clemente ha recordado el Plan Estratégico de la Patata de Castilla y León 2010-2013, dirigido a apoyar a un sector que, según ha detallado, es el «más importante» y cuyo «coste de producción es el más elevado». «Cada hectárea cuesta unos 6.000 euros, el doble que la hectárea de remolacha», ha añadido.
Se trata de un plan estratégico que quiere acometer «una modernización de las explotaciones así como de las infraestructuras de almacenamiento», ha subrayado la consejera, que ha indicado que, desde su puesta en marcha, tanto las explotaciones de patatas como las industrias han invertido 17 millones de euros y han recibido una ayuda de 9,2.
Silvia Clemente también ha instado a los agricultores a que firmen con las empresas a las que proveen de patata y hortalizas un contrato tipo y legal, una herramienta que se firma voluntariamente para que «no siembren a riesgo propio».
«Si se suscriben contratos, se pueden fijar los precios de producción. Es la herramienta de seguridad para los agricultores. Tienen que firmar contratos si quieren fijar sus precios», ha recomendado.
Silvia Clemente ha opinado que el precio de la patata no hubiese bajado hasta el punto de no garantizar los costes de producción «si se hubiese constituido una organización interprofesional nacional para el sector».
Clemente ha achacado esta caída de la cotización a «los bajos precios a los que se vieron obligados a vender en mayo los productores andaluces y la crisis del pepino».





















