Así lo ha afirmado el máximo responsable de la cuarta mayor cooperativa agrícola de primer grado española, con 240 millones de kilos de tomate comercializados en la última campaña, una facturación anual media de entre 190 y 200 millones de euros y 1.500 clientes en toda Europa.
La situación de muchas cooperativas es «muy delicada» y los agricultores no tienen liquidez para invertir en sus fincas o poner plásticos, ni tampoco financiación bancaria, según ha explicado.
Según ha advertido, «peligran miles de agricultores» y los niveles de precios actuales tampoco ofrecen ingresos para las empresas que operan con tomate marroquí o que producen allí, en su mayoría españolas o francesas.
A su juicio, o se mejora el precio del tomate o «no habrá proyectos ni visión de futuro, la agricultura entrará en quiebra, cerrarán empresas que mandarán al paro a los trabajadores y los acreedores no cobrarán nada porque no se obtienen ingresos».
«Esa es la situación crítica de hoy», ha resaltado Andújar, quien han apelado a la responsabilidad de la gran distribución para que ofrezca precios justos por el tomate y se puedan mantener, así, unos proveedores especializados y las garantías de seguridad alimentaria.
«Los envíos incontrolados» de tomates de Marruecos son un factor determinante para la caída de precios que ha provocado que el agricultor de Almería «esté en pérdidas productivas», aunque hay más causas que han hecho que el 2011 sea un «año negro» para el sector hortofrutícola, ha reconocido.
Entre los problemas arrastrados, ha señalado que los hogares compran menos fruta por la crisis y que la alarma del «E. coli» provocó un «verano negro» que redujo ventas y precios, a lo que se ha unido una sobreoferta provocada por el cambio climático, ya que el frío llega más tarde en el norte de Europea, lo que les permite producir más.
Para Andújar, la crisis del tomate se muestra en la deslocalización de la hortaliza en la Región de Murcia o en la menor producción de Canarias.
En este contexto de dificultades, se ha mostrado esperanzado de que el nuevo Gobierno tras las elecciones del pasado 20N «luche por este sector en Bruselas» y que el Parlamento rechace la ratificación del acuerdo de Asociación con Marruecos, porque de ello dependerá que «esta zona siga manteniendo su economía».
Ha exigido, además, un seguimiento «estricto» en cuanto a cupos de tomates marroquíes y su cumplimiento, porque «si siguen enviando más de lo permitido», los agricultores de Almería «lo tenemos muy complicado, porque no podemos competir con los bajos precios del tomate marroquí».
Ha defendido que la Unión Europea debe velar por la preferencia comunitaria y los intereses de los productores europeos como generadores de empleo y riqueza, y de una potente industria auxiliar.
Por otra parte, la logística se ha convertido en otro de los problemas para el sector, tanto por el elevado coste del transporte por carretera -el gasóleo está en niveles muy altos- como porque no hay suficientes empresas, después de que hayan cerrado por no poder hacer frente a las inversiones realizadas para comprar sus camiones.
En ese sentido, ha subrayado que el corredor ferroviario mediterráneo es «totalmente necesario» para dar una alternativa a los exportadores almerienses, por lo que debe «agilizarse» y llevarse a término «lo más urgente posible».






















