El presidente de AVA, Cristóbal Aguado, ha destacado a Efe que la lluvia es positiva después de más de cuatro años de sequía pero ahora coincide con un momento en que todavía queda por recolectar alrededor del 80 por ciento de clemenules y tiene efectos negativos en la piel.
Si se confirma este deterioro, los daños que ya sufre el 20 por ciento de las naranjas por las lluvias de la semana pasada se incrementarán y podrían llegar al 80 por ciento, con lo que se "podrían multiplicar", según Aguado.
Desde La Unió, su secretario general, Ramón Mampel, ha indicado que va a haber mucha afección por la humedad en la mandarina que queda por recoger debido a la lluvia que, de haber caído en septiembre, habría sido beneficiosa tanto para el calibre como para la calidad de la fruta.
La lluvia también está afectando a algunas partidas de caquis también en la piel, y a la uva de mesa del Vinalopó.
Mampel ha señalado que se tendrán que evaluar las pérdidas porque en muchos casos el hongo de la piel aun no se ve pero en los próximos días será más visible.
Aguado ha manifestado que AVA y La Unió están "muy preocupados" por la campaña de cítricos y reclaman medidas para paliar las pérdidas de los agricultores.
"Pasar de una sequía a un exceso de humedad en el momento de la recolección tendrá unas consecuencias elevadas para el bolsillo de los productores", ha asegurado.
Ha pedido rebajas fiscales y campañas de promoción para incentivar el consumo.