Este sello de calidad, el único que existe para el níspero, prevé amparar un tercio menos de nísperos de las categorías extra y primera que en 2016, año en el que se certificó un volumen que rondó los seis millones de kilos.
Ferrando ha indicado que el año pasado la sequía también produjo una merma de volumen, por lo que para él una producción referencia debería alcanzar los 6,5 millones de kilos, como en 2015.
El 80 por ciento de los nísperos con denominación se exporta, principalmente a otros mercados europeos como Francia, Reino Unido, Alemania, Holanda y Portugal, y a otros como Estados Unidos, Canadá y Arabia Saudí.
El presidente del Consejo Regulador de Nísperos Callosa d’en Sarrià ha criticado el «oscurantismo» en la negociación por parte de Bruselas del ya aprobado acuerdo UE-Canadá (CETA en sus siglas en inglés), en el que no se reconocen marcas de calidad del tamaño de la del níspero.