La asamblea general de Cajamar aprobó ayer el proceso de fusión con Caja Rural de Casinos, Crédit Valéncia y Caja Rural de Canarias, a la espera de la votación de la asamblea de esta última, que tendrá lugar hoy.
De esta manera, Cajamar amplia su área de influencia en el sector hortofrutícola al aterrizar en Canarias. El vicepresidente y consejero delegado de Cajamar, Manuel Yebra, ha declarado que esta operación supone «un estímulo al trabajo» y ha destacado que Caja Rural de Casinos es una entidad que «más allá de los números, incorpora una forma de entender el negocio como una vocación de servicio».
Acerca de la absorción de Crédit Valencia, Yebra ha mostrado una «especial satisfacción porque Cajamar tiene una voluntad orientada al sector cooperativo», mientras que de la Caja de Canarias ha destacado que si su asamblea aprueba la fusión «la capacidad de dar soporte y crédito en Canarias crecerá significativamente».
Otro de los puntos importantes en la asamblea ha sido la aprobación de las cuentas anuales en 2012, año al que el presidente de Cajamar, Juan de la Cruz, se ha referido como «de una situación complicada que superamos gracias a nuestro patrimonio; demostramos nuestra solvencia y que pertenecemos al grupo de entidades saneadas de España».
También ha destacado los cambios que han afrontado en el último ejercicio, que los han llevado a tomar «medidas dolorosas para reequilibrar las cuentas» y el «esfuerzo considerable» que han supuesto para la entidad al «hacerlos de golpe y sin ayuda pública».
Como cifras más significativas ha resaltado el incremento de la inversión crediticia en un 32,9 por ciento con 34.019 millones de euros, pero también el aumento de la tasa de morosidad en un 12,61 por ciento en comparación con el 5,9 por ciento que constituía en 2011 y ha explicado que es «una tasa importante que nos obliga a un ejercicio de recuperación»





















