Esta intervención se enmarca en la denominada operación Tradebox, según un comunicado del instituto armado, que explica que la banda sustraía para su posterior comercialización envases de plástico utilizados para almacenar y transportar productos del campo.
Hasta el momento, la Benemérita ha esclarecido una decena de delitos de este tipo cometidos en fincas de Cieza, Jumilla y Calasparra.
También ha recuperado 400 envases -más de la mitad de los objetos robados supuestamente por el clan familiar- en la capital alicantina y en La Roda (Albacete), valorados en más de 30.000 euros y que han sido devueltos a sus propietarios.
Los arrestados -de nacionalidades española y brasileña, con edades comprendidas entre los 21 y los 55 años- son vecinos de Alicante, cuentan con un amplio historial delictivo por hechos similares y han sido puestos a disposición judicial.
El pasado verano, el Equipo ROCA (contra robos en el campo) de la Guardia Civil abrió una investigación tras detectar en distintos municipios murcianos un aumento de sustracciones de envases de plástico de grandes dimensiones usados para almacenar productos agrícolas recolectados en las fincas y trasladarlos hasta cooperativas para su tratamiento y selección.
El incremento de esos robos se produjo coincidiendo con la temporada alta de recolección de fruta.
Las pesquisas determinaron que los ladrones residían en Alicante y salían de sus domicilios a última hora de la mañana con el fin de llegar a las explotaciones agrícolas en la franja horaria comprendida en el centro del día, cuando suele haber menos vigilancia en los campos, y así poder perpetrar los hurtos sin ser vistos.
Como medios logísticos empleaban dos furgonetas con caja cerrada y gran capacidad de carga, a las que les llegaban a meter hasta 40 envases de este tipo, según la Guardia Civil.
Dada la gran cantidad de envases robados, los investigadores constataron que no se trataba de simples hurtos para venderlos a empresas de gestión de residuos y ser reciclados, sino que detrás de estos hechos podría encontrarse un comprador que los estaría almacenando para, posteriormente y tras haber transcurrido un tiempo prudencial para evitar su reconocimiento, volver a venderlos.
Por ellos, las investigaciones para la localización de los envases sustraídos se encaminaron a cualquier empresa de compra-venta de productos agrícolas.
Los guardias civiles averiguaron que los ahora detenidos, una vez que sustraían los envases, los trasladaban en sus vehículos hasta una empresa cercana a sus domicilios, ubicada en la provincia de Alicante y dedicada a la compra-venta de palés de madera usados, donde el gerente se los compraba a un precio inferior al de mercado.
En la inspección realizada en el local comercial de Alicante donde supuestamente se receptaban los envases sustraídos en las explotaciones agrícolas, los agentes hallaron un centenar de esas grandes cajas plásticas conocidas como "palots", que fueron intervenidas y puestas a disposición judicial.
Según la nota de prensa del instituto armado, también se constató que el gerente de esta empresa habría comercializado otros 300 "palots" a otra mercantil situada en la localidad albaceteña de La Roda, los cuales fueron igualmente aprehendidos.
A los cuatro miembros del clan familiar se les imputa un presunto delito continuado de hurto y al responsable de la empresa, de receptación.