Según los datos ofrecidos por el Sistema Estadístico Nacional italiano, desde el año 2013 se ha observado un descenso pronunciado en el consumo de frutas y hortalizas, una tendencia que se ha mantenido durante la primera mitad de este año.
La compra de alimentos por parte de los consumidores italianos ha decrecido un 0,6 por ciento. Durante el ejercicio 2013, Italia compró 4,2 millones de toneladas de frutas y 3,6 millones de toneladas de hortalizas.
Este descenso se debe a una bajada en el consumo per cápita por parte de los italianos, cuya tasa se sitúa por debajo de 400 gramos per cápita por día, cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud.Este receso en el consumo de frutas y verduras frescas puede deberse a los efectos de la crisis económica y a las malas condiciones climatológicas, situación que puede afectar gravemente a las empresas del sector.
Para ello se pretende que el gobierno de la nación ponga en marcha campañas que incentiven el consumo de productos hortofrutícolas o lanzar nuevas variedades de productos, entre otras alternativas.
