La vitamina K es una sustancia química que beneficia de manera muy positiva a nuestro cuerpo por su capacidad para mantener fuertes los huesos y resistentes a la osteoporosis; como complemento alimenticio (se recomienda, por ejemplo, el consumo de brócoli y espinacas) en el tratamiento del cáncer; para mejorar los síntomas en aquellas personas que padecen presión arterial alta o que tienen problemas de visión; para tener un buen funcionamiento cerebral, además de una correcta memoria, motricidad y concentración, y para optimizar el tratamiento de dolores de estómago.
En verano es común preocuparse más de lo habitual por nuestra piel, no solo por cuestiones de salud, sino también de belleza. Sobre todo, en el caso de las temidas ojeras, que con una mayor exposición solar y un aumento de las horas de luz se ven más a simple vista o, incluso, se pueden acentuar.
Diversos cosméticos indican su contenido en vitamina K para ayudar a eliminar estas manchas, pero ¿realmente es útil este compuesto con este fin? Moreno lo considera un “mito popular” y un “reclamo” por parte de estos productos, aunque “no se sustenta sobre bases científicas, ya que los datos no son concluyentes”.
Por su parte, el dermatólogo Ramón García Ruiz destaca que algunos contornos de ojos llevan esta vitamina y sus variantes, pero que “el efecto que tienen sobre el oscurecimiento de las ojeras suele ser leve o escaso”.
Hábitos saludables
En todo caso, el mejor remedio para prevenir las ojeras, como indica el investigador del CEBAS-CSIC, es seguir una dieta equilibrada y variada que incluya cinco raciones de frutas y hortalizas todos los días, como el brócoli (entre tres y cinco veces a la semana) y otras crucíferas, además de dormir siete u ocho horas diarias, evitando hacerlo boca abajo porque propicia las bolsas en los ojos, y reducir el consumo de sal y de alcohol.