En frutas y verduras, el veto ruso afecta al 8 por ciento de la producción europea de peras; al 7 por ciento de manzanas; al 6 por ciento de frutos rojos, fresas y kiwis; al 4 por ciento de champiñones, melocotones y nectarinas; al 3 por ciento de repollo blanco, al 2 por ciento de tomates, cebollas, chalotas, pimientos dulces, pepinos, pepinillos y cítricos, y al 1 por ciento de zanahorias, nabos, coliflor y brócoli.
Según cifras de 2013, el 74 por ciento de las exportaciones totales de repollo blanco de la UE van a Rusia (91.000 toneladas), el 63 por ciento de tomates así como de zanahorias y nabos (230.000 y 70.000, respectivamente), el 57 por ciento de peras y champiñones (201.000 y 43.000), el 54 por ciento de melocotones y nectarinas (165.000), el 49 por ciento de pepino y pepinillos (35.000) o el 42 por ciento de coliflor y brócoli (26.000).
También el 40 por ciento de la producción de pimientos dulces (54.000 toneladas), el 30 por ciento de frutos rojos (como fresas) y kiwis (119.000), el 19 por ciento de cítricos (152.000) y el 11 por ciento de cebollas y chalotas (85.000).
Rusia importó en 2013 el 29 por ciento de las peras que consumió de Argentina (102.974 toneladas) y el 6 por ciento de China (23.134), mientras que Chile también ocupó un lugar destacado con el 2 por ciento (6.977).
Chile también le exportó el 3 por ciento de las manzanas (34.238 toneladas) y el 1 por ciento de los melocotones y nectarinas (2.142) y, Argentina, el 2 por ciento (22.345), así como el 5 por ciento de los cítricos (86.963).