Bayer ha informado de que la venta incluye el negocio de glufosinato de amonio, que es un herbicida, y las actividades con algunas semillas, que en ambos casos generaron unas ventas de 1.300 millones de euros en 2016.
La venta depende de que Bayer logre cerrar la adquisición de Monsanto. BASF se compromete a mantener todos los empleos fijos transferidos con las mismas condiciones hasta, al menos, tres años después del cierre de la operación.
Los 1.800 empleos que van a ser traspasados se encuentran principalmente en EEUU, Alemania, Brasil, Canadá y Bélgica. «Hacemos algo para tranquilizar posibles preocupaciones reguladoras con el objetivo de facilitar el cierre de la transacción con Monsanto», dijo el presidente de Bayer, Werner Baumann.
La venta de parte del negocio de fitosanitarios a BASF también debe ser aprobada por las autoridades de defensa de la competencia. Los herbicidas que Bayer vende a BASF se comercializan con las marcas Liberty, Basta y Finale, y las semillas incluyen híbridos de colza y otras semillas de algodón y de soja de alto rendimiento y resistentes al herbicida para diversos mercados.