Como viene advirtiendo Fenadismer, la sentencia del Tribunal Supremo dictada a finales de 2019, por la que se anuló el requisito de antigüedad de los vehículos para quienes acceden por primera vez al sector del transporte de mercancías, unido a la rebaja del nivel de exigencia para la obtención el título de transportista que viene practicando algunas Comunidades Autónomas, está teniendo efectos muy negativos en la necesaria ordenación del sector así como en la edad media actual de la flota española de transporte por carretera, perjudicando tanto los índices de siniestralidad como los objetivos de movilidad medioambiental y sostenible que propugnan tanto las autoridades europeas como las nacionales.
Los efectos negativos de la anulación de dicho requisito afectan a todos los segmentos del transporte de mercancías por carretera en España, siendo especialmente significativos en el subsector del transporte ligero, que en la actualidad se encuentra absolutamente desregulado, tras la eliminación en 2013 por parte del Ministerio de Transportes de todos los demás requisitos de acceso a este subsector.
Esta desregulación ha provocado que en el último año y medio, pese a la importante reducción de la actividad motivada por la pandemia del covid-19, se haya producido una avalancha de más de 4.200 nuevos transportistas, la mayoría de los cuales han accedido sin poseer titulación profesional alguna y con vehículos de cualquier antigüedad. De hecho, según los datos que constan en el Registro Oficial de Empresas de Transporte, en dicho período 3.700 nuevos transportistas se han incorporado al sector del transporte ligero, a los que hay que sumar los casi 600 nuevos transportistas que han accedido al transporte pesado, habiendo aumentado la flota total de vehículos en torno a 15.000 vehículos ( en concreto más de 10.000 vehículos pesados y 4.800 ligeros).
En este sentido, Fenadismer rechaza la nueva propuesta de modificación del Reglamento de Ordenación del Transporte Terrestre que prepara el Ministerio de Transportes, que incide en una mayor desregulación del sector, ya que va en contra de los objetivos de mejora medioambiental que persiguen tanto las políticas e la Unión Europea como del propio Gobierno español. En este sentido, la Ley de Cambio Climático aprobada recientemente por el Parlamento se compromete a cumplir una serie de objetivos medioambientales, entre ellos, reducir al menos un 23% las emisiones de gases de efecto invernadero. De igual modo, a nivel de la Unión europea, en 2019 se aprobó un nuevo Reglamento sobre normas de comportamiento en materia de emisiones de CO2 para vehículos pesados, con el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono de los nuevos camiones un promedio del 15 % a partir de 2025 y del 30 % a partir de 2030, en comparación con los niveles de 2019.
Por ello, Fenadismer considera que la normativa reguladora del régimen de autorizaciones de transporte de mercancías debe contribuir a dicho objetivo ligando el acceso al sector al cumplimiento a los vehículos de transporte de requisitos medioambientales, no en la dirección contraria, permitiendo asimismo dar la flexibilidad necesaria a las empresas transportistas que ya operan en el sector para poder renovar o aumentar su flota en base a dichos requisitos.