La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) ha denunciado que las importaciones han facilitado que cada quince meses entre una nueva plaga citrícola, según recoge un informe elaborado por el Instituto Agroforestal Mediterráneo de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).
Según ese informe, en las últimas cuatro décadas se han introducido en España quince plagas citrícolas, si bien en los últimos diez años, coincidiendo con el mayor desarrollo de las importaciones citrícolas del cono sur, se han detectado siete de ellas.
Según AVA, a estos insectos o ácaros que «multiplican los gastos» en insecticidas y plaguicidas, hay que sumar las enfermedades -bacterias, virus y hongos- que también se han instalado en estos cuarenta años en los campos citrícolas valencianos, como la Alternaria o la Tristeza, que además «han forzado a una costosa reconversión».