Las bajas temperaturas que han asolado al país han provocado que la recolección de la cosecha de cebolla comenzara de forma repentina, aunque parte del producto se ha visto dañado por las heladas.
Los productores locales que han podido recoger la cosecha antes de las heladas han aprovechado la situación para incrementar el precio de la cebolla debido a una menor presencia de producto en el mercado.
Hasta un 25 por ciento ha sido el incremento del precio de la cebolla en los mercados ucranianos, aunque el precio de éste puede fluctuar en función de la calidad del producto y cómo responda la demanda por parte del consumidor.