El Ministerio ha precisado en un comunicado que la compra de patata supuso el 1,48 por ciento del presupuesto destinado a alimentación en las familias españolas, con un descenso del gasto en un 2,6 por ciento, a consecuencia de la bajada del precio medio en un 5,3 por ciento.
Los hogares en los que más se consumió este tubérculo fueron los formados por parejas adultas, con hijos mayores de 15 años o sin ellos, y ubicados en poblaciones entre 10.000 y 500.000 habitantes.
En los hogares en los que más se incrementó el consumo, sin embargo, fueron en los de jóvenes independientes, con un 11,4 por ciento más hasta una media de 31,13 kilos.
Por Comunidades Autónomas, Canarias, Asturias y Murcia lideran el consumo de patata, mientras en el extremo opuesto se sitúan La Rioja y Castilla y León.
La patata fresca fue la más consumida, con 23,13 kilos per cápita, y registró también la mayor subida, con un 3,1 por ciento más en 2012, aunque el gasto en ella bajó un cuatro por ciento por la rebaja del 6,9 por ciento en los precios medios.
En particular, el Ministerio subraya la «fuerte caída» registrada en junio de 2011, que sólo comenzó a recuperarse en abril de 2012.






















