Según las previsiones, en 2100 el dióxido de carbono alcanzará las 700 partes por millón (ppm), cuando en el periodo preindustrial era 280 ppm, la temperatura aumentará una media global de 4 grados centígrados y habrá una menor disponibilidad de agua en general y para el riego de cultivos, informa en una nota de prensa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Estos ensayos se desarrollan en invernaderos-cámara, que permiten simular las condiciones del clima previstas para finales del siglo XXI y compararlas con la situación actual.
También se realizan en invernaderos de gradiente térmico, que han posibilitado conocer más detalles de los efectos del cambio climático y de la radiación UV-B sobre los tiempos de maduración y la calidad de la variedad tempranillo.
Estas investigaciones forman parte del estudio que desarrolla el CSIC en diferentes centros nacionales de nuevas técnicas de cultivo para la obtención de variedades de vid más resistentes y mejoradas genéticamente, con el objetivo de afrontar los retos del cambio climático y lograr una producción sostenible.