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Asturias lanza una iniciativa pionera de agricultura minera

Un proyecto del Principado ha convertido una antigua bocamina en el primer invernadero subterráneo de España, donde se están realizando ensayos de cultivo con cinco especies vegetales.

El Gobierno de Asturias ha puesto en marcha un proyecto singular e innovador que convierte una antigua bocamina del pozo Carrio, en Laviana, en el primer invernadero subterráneo del país. Se trata de una iniciativa pionera de agricultura minera, enmarcada en el programa Agroalnext, financiado con fondos regionales y europeos Next Generation, que busca sentar las bases de la agricultura del futuro: verde, digital y resiliente al cambio climático.

El consejero de Ciencia, Industria y Empleo, Borja Sánchez, visitó las instalaciones del proyecto experimental, que ensaya cultivos en condiciones extremas mediante un sistema de hidroponía en un ambiente controlado sin luz natural, sustentado con iluminación led.

El ensayo piloto se desarrolla en la galería La Raya del pozo Carrio e incluye cinco especies vegetales: brotes de uso culinario, plantas aromáticas, hojas verdes, wasabi, guisantes, hongos hongos y salicornia, una planta halófita que se adapta a ambientes extremos. El objetivo es analizar qué especies pueden adaptarse a entornos subterráneos, con el fin de abrir una nueva vía de producción agroalimentaria, sostenible y energéticamente eficiente.

El Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) se ha encargado de la puesta en marcha de este proyecto en el marco del polo de innovación de Carrio y con la colaboración de la empresa minera Hunosa, propietaria de la bocamina. El desarrollo técnico corre a cargo de la compañía asturiana Cantábrica Agricultura Urbana, especializada en cultivos de interior mediante sistemas de agricultura vertical, capaces de reciclar el agua y funcionar sin exposición a la luz solar.

Asturias agricultura

Agricultura 4.0

El proyecto promueve la Agricultura 4.0 como una actividad económica de futuro para las cuencas mineras asturianas. Los resultados de la fase experimental servirán de base para explorar futuros invernaderos en los yacimientos subterráneos, que serán sostenibles y autosuficientes, ya que podrán nutrirse del agua y energía de las antiguas explotaciones.

En la visita, Borja Sánchez ha destacado esta iniciativa como clave para dar un nuevo uso innovador y tecnológico a las antiguas minas: “Este invernadero subterráneo representa un paso firme hacia la agricultura del futuro. El proyecto combina ciencia, tecnología y sostenibilidad para desestacionalizar los cultivos e impulsar formas de producción que nos ayuden a afrontar los retos del cambio climático y el desarrollo territorial”.