Asaja-Sevilla ha trasladado su preocupación a las fuerzas del orden y les insta a incrementar la presencia de efectivos en el campo, a intensificar el control de los puestos de compra y a reforzar la coordinación con las distintas guarderías rurales después de detectar un incremento de hasta el 80% en el último mes en robos, hurtos y actos vandálicos en el campo. Según señala en un comunicado, el ejercicio de 2013 se ha iniciado con un fuerte repunte de la delincuencia en las explotaciones agrícolas de la provincia de Sevilla y en especial en aquellas que tienen aún parte de la cosecha pendiente de recolección, como es el caso de los cítricos.
Pese a las reuniones periódicas que Asaja-Sevilla viene manteniendo con la Subdelegación de Gobierno y con la Guardia Civil y la Policía Nacional no se obtienen los resultados esperados, y «el problema lejos de atajarse de ha visto incrementado en el último mes, en el que el porcentaje de denuncias en las oficinas de ASAJA-Sevilla se ha incrementado en un 80%. Intensificándose especialmente en las comarcas de la Campiña, Estepa y el Bajo Guadalquivir».
En las últimas semanas, según indican en su nota, los representantes de Asaja-Sevilla en todas las comarcas han detectado un significativo incremento del número de robos en explotaciones agrícolas y en instalaciones públicas y privadas del mundo rural. A los robos de tendidos eléctricos, transformadores, tubos e instalaciones de riego, aperos agrícolas, que desaparecen con relativa facilidad en explotaciones, vienen a sumarse los robos de cosechas.
«Ante la impunidad con la que actúan los ladrones cunde el desanimo y la desesperación entre los agricultores que, en algunas comarcas y al menos hasta que finalicen las campañas de recolección, han optado por contratar guardas particulares y organizar patrullas de vigilancia con carácter disuasorio, que en algún caso han dado lugar a enfrentamientos entre agricultores y delincuentes».





















