El ministro ha sido merecedor del carbón "por su obcecación en poner trabas que han impedido que los agricultores y ganaderos de la Comunidad reciban las ayudas del Plan de Desarrollo Rural", según ha explicado hoy ASAJA en una nota.
La deuda pendiente con los profesionales del campo de Castilla y León asciende a 157 millones de euros, con cantidades todavía pendientes de 2012 y la totalidad de las ayudas de 2013, ha destacado esta organización.
"La suma con otras ayudas pedidas en estos dos ejercicios y que todavía no se han validado, elevaría la cifra a 270 millones de euros", ha añadido.
ASAJA ha recordado que el Plan incluye ayudas "netamente inversoras, que generan riqueza no sólo en el sector primario, sino en empresas de servicios rurales, ya que están dirigidas a modernización de explotaciones, incorporación de jóvenes, industria agroalimentaria o iniciativas de grupos de acción local".
Además, abarca "líneas de marcado compromiso medioambiental, como los planes agroambientales, y también social, como la dirigida a áreas de montaña y zonas desfavorecidas".