El ministro ha destacado el «gran éxito de participación» y la «fuerte presencia internacional» en esta cuarta edición de un certamen «de la máxima importancia» para un sector «tan competitivo» como es el de las frutas y hortalizas españolas, que representa el 33 % de la producción agraria española.
España, según ha remarcado, trabajará para que la reforma de la Política Agraria Común permita a las organizaciones de productores seguir contando con elementos que le permitan una «mejor gestión de la oferta».
Ha apuntado, en este sentido, que las ayudas existentes desde hace tiempo a las organizaciones de productores de frutas y hortalizas han dado lugar a entidades «muy potentes», pero que las nuevas leyes agroalimentarias presentadas por el Gobierno la semana pasada buscan «ir todavía mas lejos», al incentivar «la concentración de la oferta en entidades supraautonómicas».
El objetivo último, ha añadido, es que los agricultores puedan recibir un beneficio «razonable» por su trabajo.
Por su parte, el director de Fepex, José María Pozancos, ha resaltado la amplia representación de los productores españoles en el certamen, con alrededor de 500 expositores de todas las áreas productivas, así como la asistencia internacional, que «va a superar ampliamente las expectativas» con una previsión de más de 5.000 visitantes extranjeros.
Pozancos ha valorado el «lleno total» en esta jornada inaugural y que se espera superar los 20.000 visitantes en estos tres días.
Con respecto a la crisis que el sector sufrió el año pasado por el brote de «E. coli» en Alemania, Pozancos ha analizado que las frutas y hortalizas han salido «reforzadas» desde el punto de vista de imagen y de las garantías de calidad, como demuestra la evolución de las exportaciones, con un aumento en el primer semestre del año del 7 % en valor y del 10 % en valor.
Si todo marcha según lo previsto, esperan cerrar el año con un crecimiento del 10 % en las ventas en el exterior, una tasas «difíciles de encontrar en la economía española», según ha afirmado.
Ha recordado, además, la contribución del cultivo hortofrutícola al empleo, en áreas en las que la tasa de paro supera el 30 % y en las que constituyen la principal actividad.