Casi la totalidad de los temporeros que han trabajado este año en la campaña agrícola, alrededor de 13.000, fueron contratados legalmente debido a la disponibilidad de mano de obra legal, con motivo del aumento del desempleo.
Esta circunstancia, unida a la incorporación de Bulgaria y Rumanía a la Unión Europea, que ha facilitado la contratación de los ciudadanos de ambos países en España, ha hecho que la campaña fuera «más legal».
Así lo han asegurado hoy la secretaria de Igualdad de UGT Aragón, Beatriz Sanz, y el técnico del Departamento de Migraciones de UGT, Antonio Ranera, en una rueda de prensa, en la que han valorado el desarrollo de la campaña agrícola de este año.
El número de temporeros contratados, 13.000, ha sido similar al de otros años, pero la cifra de trabajadores dados de alta en el Régimen Especial Agrario ha aumentado respecto al año anterior en torno a 3.000 personas.
Conseguir estos datos ha sido uno de los objetivos de UGT, que ha trabajado estos años en lograr la «dignificación» de la profesión, para lo que es necesario una «mayor implicación» de las organizaciones agrícolas y un aumento de las inspecciones de trabajo, ha subrayado Sanz.
En esta línea, UGT también ha apostado por reforzar las medidas sociales y ha reclamado a la administración autonómica su colaboración para crear una red de alojamientos de calidad.
Durante esta campaña, se han registrado menos campamentos y hacinamientos de temporeros, gracias a la 7.000 plazas de alojamiento habilitadas, pero «todavía hay mucho que hacer», ha concretado.
La campaña de este año ha estado marcada por el clima adverso que ha afectado a la producción, unas 23.000 hectáreas, y por lo tanto, a la capacidad de emplear a trabajadores, ha comentado Ranera.
Las tormentas de granizo y las heladas invernales han provocado que las cosechas sean similares, o incluso inferiores, a las del año anterior, a excepción de la vendimia, que ha aumentado su producción, ha detallado.
Los bajos precios ha sido otra de las características de esta campaña agrícola, especialmente en los cereales, cuyos costes han descendido, lo que unido al encarecimiento de los abonos, ha hecho que esta producción sea «inviable», ha apuntado.
Las explotaciones de regadío también han registrado pérdidas debido al incremento de los costes de producción, a la diferencia del precio en origen y en destino y a la caída del consumo, entre otros factores.
Durante la campaña, se ha registrado un «exceso» de mano de obra, ya que la agricultura se ha convertido en un «refugio» para trabajadores de otros sectores en crisis, ha indicado Ranera.
El 85 por ciento de los temporeros han sido extranjeros, en contra de las previsiones, y los rumanos y búlgaros los que más han acudido debido a la incorporación de sus países a la Unión Europea, lo que ha facilitado su contratación.
Por sexto año consecutivo, UGT Aragón ha editado la Guía del Temporero, un libro de consulta, traducido al inglés, francés, árabe y rumano, que facilita al temporero la información útil sobre los recursos de los que dispone en la Comunidad aragonesa.