Estos controles se dirigen a detectar la posible presencia de organismos nocivos foráneos que podrían llegar a través de las importaciones, dado el «alto dinamismo» de la actividad viverista.
Ortiz ha subrayado «el empeño» de la Consejería, las asociaciones profesionales y el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) por detectar la actividad clandestina, ya que «constituye un núcleo de multiplicación y propagación de patógenos que serían difícil de erradicar una vez instalados».
Como ejemplo de la labor del Gobierno regional en el ámbito de la sanidad vegetal, la consejera ha recordado que el año pasado se realizaron un total de 435 prospecciones en el marco del plan de acción andaluz contra la Xylella fastidiosa, que supusieron el análisis de casi 1.900 muestras de material vegetal.