Almería goza del privilegio de contar con el primer tomate amparado por una Indicación Geográfica Protegida (IGP), el de La Cañada-Níjar, a la espera de su inclusión en el correspondiente registro de la Unión Europea.
La cuna de este tomate de elite se extiende por los términos municipales de Almería, Viator, Pechina, Huércal de Almería y Níjar, situados entre el paraje natural Desierto de Tabernas y los parques naturales de Cabo de Gata Níjar y Sierra Nevada. La concentración de iones en el agua de riego de la zona, junto con la salinidad de los suelos, es el origen de la consistencia y el sabor característicos de este tomate. Las variedades permitidas dentro de esta Indicación son «redondos lisos», «asurcado», y «oblongo o alargado», para las que se exigen un calibre mínimo de 47 milímetros, junto con la de «tomate cereza», cuyo calibre debe ser igual o superior a 20 milímetros.