Según ha informado Agroseguro en un comunicado, la reducción de los ingresos por primas imputadas obedece a la reducción de las subvenciones a las primas de los seguros que contratan agricultores y ganaderos, debido a las restricciones presupuestarias a las que se vieron obligadas las administraciones públicas, lo que ha supuesto incrementos en el coste al que estos tienen que hacer frente.
Apunta que en 2013 se suscribieron 489.260 pólizas con un valor de producción asegurada cercano a los 11.500 millones de euros, lo que supone una reducción del 2,67 por ciento frente a los 11.200 millones de 2012.
Agroseguro, que indica que la Junta General de Accionistas ha aprobado las cuentas del ejercicio 2013, no aporta los datos ni del importe neto de la cifra de negocio de la sociedad ni los resultados del citado ejercicio.
Según figura en el informe anual de 2012, que Agroseguro publica en su página web, en ese ejercicio encajó una reducción de su beneficio del 16,21 por ciento, hasta situarlo en los 1,23 millones de euros frente a los 1,47 millones de 2011.
En el caso de la cifra de negocio que recoge ese mismo informe de 2012, la Agrupación registró un descenso del 5,1 por ciento respecto al ejercicio anterior quedando en 23,74 millones.
En el caso del ejercicio 2013, Agroseguro recoge que se ha producido un aumento en el número de pólizas contratadas cercano a un uno por ciento debido a que, ante el mencionado recorte en las subvenciones, los asegurados han preferido contratar opciones de menor cobertura a precios más asequibles que asumir el riesgo de no contratar.
Por sectores, la caída de primas más acusada la experimentó el seguro de cítricos (-29,72 por ciento menos de primas que en 2012) y el de otros frutales (-9,94 por ciento), entre otros.
En cuanto a la siniestralidad en el ejercicio 2013, Agroseguro indica que se cerró con cifras más moderadas que las del 2012, en total 516,87 millones de euros.
Entre los fenómenos meteorológicos extremos registrados el año pasado, Agroseguro ha destacado los numerosos pedriscos caídos en casi toda la Península entre abril y septiembre, que representaron la mitad de los siniestros en seguros agrícolas, afectando a varios cultivos como fruta, hortalizas y cítricos, entre otros.