En un comunicado, la Unió ha reclamado «un mejor reparto de las ayudas para que lleguen al agricultor y ganadero profesional», ya que actualmente «se las llevan entre poco más de 400 grandes empresas».
Estas empresas, según las mismas fuentes, obtuvieron 95,6 millones de euros de los 179 millones de euros que llegaron a la Comunitat Valenciana durante 2011 en concepto de ayudas.
«Detrás de algunas beneficiarias existen empresas importantes, cooperativas, ayuntamientos o mancomunidades e incluso empresas públicas de la Generalitat Valenciana, como es el caso de Vaersa», han añadido.
La que más dinero percibe es Zumos Valencianos del Mediterráneo (Zuvamesa), participada por diversas empresas citrícolas privadas, que el pasado año recibió la cantidad de 10.348.401,98 euros (el 6 % del global de ayudas de la PAC en la Comunitat Valenciana) en ayudas, procedentes del Feader y que se suman a los 6.912.000 euros que recibió en 2010.
La primer piedra de Zuvamesa, situada en Parc Sagunt, fue colocada en abril de 2007, inaugurada oficialmente en febrero de 2011 aunque inició su producción de zumo exprimido un año antes.
La inversión total fue de 126 millones de euros, que han sido financiados por el Banco de Valencia, el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) y la ayuda de la Conselleria de Agricultura que aportó alrededor de 33 millones de euros «a pesar de tener ya una empresa de zumos en su organigrama público como es Agriconsa», según la Unió.
La empresa pública Valenciana de Aprovechamiento Energético, S.A. (Vaersa) se sitúa en el octavo puesto de la clasificación de perceptores de ayudas de la PAC con poco más de 1.707.000 euros (1 % del total de ayudas de la PAC).
En opinión de Ramón Mampel, secretario general de la Unió, «de nuevo el agricultor y ganadero profesional es el más perjudicado a la hora de recibir las ayudas europeas y en la política de la administración se aprecia una tendencia a apoyar a las grandes empresas del sector».
«Mientras el reparto siga así los profesionales agrarios lejos de reforzar su explotación, se verán obligados a abandonarla», ha añadido.
Según Mampel «no es de recibo que grandes empresas agroalimentarias se lleven la tarta grande y los agricultores y ganaderos profesionales que mantenemos a la población en el territorio, cuidamos del medio ambiente y del paisaje, nos quedemos con las migajas».
La Unió también ha criticado la presencia de empresas sin relación directa con el sector, dada su actividad, y que son perceptoras de ayudas por valor de más de 50.000 euros anuales.
Entre ellas, hay constructoras, inmobiliarias, mayoristas de textil y calzado, gestorías e incluso una empresa de diseño y de cerámica.





















