Los agricultores españoles se sitúan a la cabeza de la Unión Europea (UE) en su compromiso con la protección del medio ambiente y, además, dedican ya más de 3,1 millones de hectáreas a cultivos de producción ecológica, más del 12,5% de la superficie agraria útil (SAU) —según las últimas estadísticas facilitadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en 2024—.
Estas cifras, en constante ascenso, colocan a España como el país con más superficie ecológica de la UE por encima Francia —según L’Agence BIO—, o en segunda posición tras el país galo —según Eurostat—.
Esta producción ecológica, unida a otras variables como el porcentaje de riego localizado —gota a gota—, la incorporación de nuevas tecnologías en la gestión de los nutrientes y la mejora de indicadores de salud del microbioma del suelo, sitúan la labor de los agricultores españoles en la vanguardia de la producción sostenible: “Nuestros agricultores demuestran con su labor diaria un compromiso máximo con la sostenibilidad y el medio ambiente, y esta superficie tan importante que se dedica a la agricultura ecológica es solo una muestra más”, explica Natalia Corbalán, portavoz de SOS Rural, plataforma independiente en defensa de los intereses del mundo rural.
De hecho, la producción ecológica de nuestros agricultores ya es la séptima más importante en superficie a nivel mundial, de una lista de 186 Estados que suman 96 millones de hectáreas —según el informe 2024 de la organización Organics International (INFOAM), elaborado junto al Instituto de Investigación Orgánica (FiBL)—.
En este contexto de excelencia, cabe destacar el trabajo de los agricultores de la Región de Murcia, que cuentan con la mayor superficie ecológica cultivada de la UE en proporción a su territorio. “La agricultura murciana va muy por delante de las exigencias de la UE para 2030, de tal modo que una de cada tres hectáreas del campo murciano ya está certificada bajo las normas de agricultura ecológica”, resalta Corbalán —en alusión a los datos facilitados por el Consejo Regulador de Agricultura Ecológica de Murcia (CAERM)—.
El desmantelamiento de la agricultura europea
“La agricultura es la principal aliada del medio ambiente y de la salud humana”, destaca la portavoz de SOS Rural. Ante esta realidad, y ante las informaciones desveladas por la prensa holandesa que apuntan a que Bruselas habría pagado a grupos ecologistas para influir en el debate sobre la agricultura «en una dirección más verde» y en favor del Pacto Verde europeo, la plataforma independiente SOS Rural exige a la UE que dé explicaciones sobre ello: “Bruselas debe defender al mundo rural, a la producción agrícola europea y debe dejar de utilizar al sector agrario como moneda de cambio, entre otras cosas, para sacar adelante sus políticas ambientales y propuestas climáticas”, reclama Corbalán, quien recuerda que la UE ha ignorado un reciente informe del Centro Común de Investigación —dependiente de la Comisión Europea— que afirma que estas políticas verdes reducirían las producciones agrarias europeas entre un 17 y un 23%.
“Estas informaciones desvelan la hoja de ruta de la UE para desmantelar el sistema agrícola, que instrumentaliza a los ecologistas para culpar al sector primario de no ser sostenible”, lamenta la portavoz de SOS Rural. En este sentido, Corbalán argumenta que “el verdadero concepto de sostenibilidad lo propone el agricultor, que es el único capaz de luchar para que sus terrenos mantengan los niveles de fertilidad óptimos para las generaciones futuras”.
Libro Blanco de SOS Rural
Estas amenazas, unidas a otras como los recientes avances en el acuerdo comercial de Mercosur —paradigma de la destrucción de la agricultura en favor de la competencia desleal—, dotan aún de más sentido a los objetivos y estrategias de SOS Rural.
De esta forma, esta plataforma independiente en defensa del medio rural presenta su Libro Blanco el próximo viernes, 28 de febrero, en el Congreso de los Diputados. En este documento, SOS Rural ahonda en cómo el medio rural, pilar básico sobre el que se ha cimentado el progreso de Europa en los últimos siglos, se ve amenazado y propone soluciones para mantener su viabilidad.
“El mundo rural necesita, más que nunca, una voz que luche por sus intereses de una forma genuina o la despoblación, las políticas medioambientales erráticas, el cambio climático y el contexto geopolítico de incertidumbre lo empujarán a su desaparición”, sentencia Corbalán.