La organización, respaldada por la ONU, ha descubierto que la energía solar y eólica emplea hasta 200 veces menos agua que las energías convencionales como carbón, gas natural o energía nuclear.
Algunos agricultores australianos señalan que las empresas de gas y carbón utilizan recursos de agua que podrían ser utilizados por los agricultores. Por ello señalan desde el gremio que es necesario asegurar que los agricultores tengan acceso al agua. Al mismo tiempo, invertir en energías renovables puede ayudar a minimizar los efectos del cambio climático, así como favorecer los cultivos y redirigir los recursos hídricos.