Reducir el desperdicio alimentario a la mitad. Ese fue uno de los compromisos que adquirieron los países miembros de las Naciones Unidas (ONU) en 2015, tras la aprobación de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Un objetivo que exige de la colaboración público-privada y para el que más de 500 compañías asociadas a AECOC trabajan desde su iniciativa “La Alimentación no tiene desperdicio”.
Dentro de las estrategias para atajar la pérdida, los proyectos innovadores diseñados para dar una segunda vida a los alimentos juegan un papel fundamental. Por eso, el ‘VII Punto de Encuentro AECOC contra el desperdicio alimentario’, que se celebrará el próximo 26 de septiembre en el Auditorio Fundación Pablo VI de Madrid, pondrá el foco en iniciativas como las de Too Good to Go y Upprinting Food, que se apoyan en la tecnología para reaprovechar los excedentes alimentarios evitando la generación de desperdicio.
Ambas startups será las protagonistas de la mesa ‘Innovaciones para dar una segunda vida a los alimentos’. El director de Too Good to Go en España, Oriol Reull, explicará cómo en solo tres años esta app ha logrado situarse en torno a los 10 millones de usuarios en todo el mundo y cuenta con la colaboración de más de 17.000 restaurantes y locales de alimentación, que ofrecen la comida sobrante al finalizar sus servicios a un precio reducido.
En el ‘VII Punto de Encuentro AECOC contra el desperdicio alimentario’, Reull detallará cómo la concienciación sobre la cantidad de comida en perfecto estado que se perdía en los restaurantes activó el proyecto, qué estrategias han seguido para lograr recuperar más de 16 millones de comidas hasta la fecha y cuál será la dirección futura de la iniciativa.
Por su parte, las fundadoras de Upprinting Food, Elzelinde van Doleweerd y Vita Broeken, analizarán cómo la impresión 3D puede ser un aliado en la reducción de la pérdida de alimentos. Esta startup holandesa utiliza alimentos descartados para su comercialización, como frutas y verduras demasiado maduras o con mal aspecto, para crear sus recetas para impresoras 3D.
A partir de una base de pan o de arroz, Upprinting Food mezcla el resto de ingredientes para crear purés, que, tras su impresión, pasan por un proceso de deshidratación para lograr un producto atractivo, crujiente y duradero que ya se utiliza en decenas de restaurantes concienciados con reducir el desperdicio alimentario que se genera en sus cocinas.
Más de 300 profesionales convocados
El ‘VII Punto de Encuentro AECOC contra el desperdicio alimentario’ reunirá a más de 300 profesionales de empresas, administraciones y ONGS en un evento que invita a los actores de la cadena agroalimentaria a buscar de manera conjunta respuestas al desperdicio alimentario. Bajo el lema ‘Juntos alimentamos soluciones’, la Asociación de Fabricantes y Distribuidores volverá a exponer estrategias exitosas en la puesta en valor y reaprovechamiento de los alimentos.
Además de dar a conocer proyectos innovadores que dan una segunda vida a los alimentos, el encuentro mostrará iniciativas impulsadas desde el sector primario, la industria, la distribución alimentaria y la hostelería. El programa cuenta, entre otros, con la participación de proyectos de referencia internacional, como el programa social impulsado por el chef Massimo Bottura, Food for Soul; gigantes del retail como Sonae, que diseccionará su estrategia para reducir la pérdida de alimentos; y proyectos nacionales de impacto, como la iniciativa ‘Pesa i Pensa’, con la que Campos Estela ha logrado reducir un 70% el desperdicio alimentario en los comedores escolares participantes.
AECOC y desperdicio alimentario en España
Europa genera el 14% del desperdicio mundial de alimentos y España es el séptimo que más comida desperdicia del continente, con 7,7 millones de toneladas. Ante esta problemática el Consejo Directivo de AECOC aprobó en 2.012 trabajar en un proyecto destinado a frenar este problema.
Un proyecto de colaboración entre todas las partes de la cadena (sector primario, industria, distribución, administración y bancos de alimentos) que cuenta con el apoyo de cerca de 500 empresas fabricantes y distribuidoras del sector del gran consumo, así como compañías de logística y transporte. Desde el inicio del proyecto las empresas participantes en la iniciativa han conseguido reducir notablemente sus porcentajes de desperdicio hasta situarlos en un 0,7% del total producido (su porcentaje de partida se situaba en un 1,71%).