Ha precisado que a la ya más que «constatada y confirmada» dificultad de los agricultores para acceder a créditos financieros que le permitan dar sostenibilidad a sus proyectos, se suma la «progresiva» caída de precios que «no están para nada acorde con los costes reales que la actividad conlleva».
Además, junto a esto se encuentra el problema «cada vez más acuciante» de la morosidad, «no se trata sólo de vender, sino de cobrar, cada vez hay más dificultad para que el agricultor cobre sus pedidos y eso es algo que preocupa».
Casero ha advertido también de las repercusiones negativas que para el sector está teniendo y va a tener la situación de sequía actual que «mantiene al sector en una incertidumbre» ante la posibilidad de no responder a las expectativas generadas por sus cultivos.
Además ha defendido que por parte de las distintas administraciones públicas se deben articular medidas «urgentes y audaces» que «motiven» al sector y le permitan «seguir adelante».





















