Co-op no comprará frutas y hortalizas a los comercializadores de Israel que produzcan estas referencias en los asentamientos ilegales israelíes de Cisjordanía como medida de presión para que el Gobierno de Tel-Aviv reconozca los derechos de esta población.
Este anuncio afecta a las empresas Mehadrin, Arava y a la nueva Agrexco, que vendieron productos de estos asentamientos durante 2011 por valor de 560.000 dólares.
La cadena señala que no se trata de «un movimiento contra Israel, pero si una decisión en contra de quienes trabajan a expensas de los palestinos», señalan desde una cadena en la que se busca «no seguir haciendo negocios con empresas que operan ilegalmente».
La cadena de supermercados sigue las directrices del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en marzo de 2011 donde se aprobó una resolución para investigar la forma en que los asentamientos israelíes ilegales violan los derechos de los palestinos.
Esta es la primera cadena británica que toma cartas en el asunto y la iniciativa ha sido aprobada por Hilary Smith, coordinadora de una red de boicot a los productos de Israel, hasta el punto de señalar que «la cadena ha tomado un liderazgo a nivel internacional con esta medida».
Tel-Aviv ya expresó en su idea que este tipo de medidas son una falsa bandera hacia la paz y lo que hay detrás son bloqueos comerciales.






















