Esta técnica supone, en algunos casos, una alternativa a los higienizantes clorados (lejía) que se suelen utilizar como desinfectantes, ha informado la Fundación Descubre en un comunicado.
Además, la radiación utilizada ha logrado acelerar la capacidad de las hortalizas para producir antioxidantes, beneficiosos para la salud de los consumidores.
En concreto, los investigadores almerienses de Tecnova han empleado luz ultravioleta tipo C (UV-C) para desinfectar la superficie de frutas y verduras frescas y de los productos mínimamente procesados en fresco (IV gama), es decir, aquellos que se presentan cortados, pelados, lavados y envasados, listos para consumir.
Los ensayos han demostrado que la potencia energética de la radiación UV-C actúa contra todo tipo de microorganismos (bacterias, virus, hongos), «dañando su ADN e impidiendo, por tanto, su reproducción».
En el caso del calabacín y la berenjena, uno de cuyos principales problemas es su deterioro a causa del hongo «Botrytis» o de la bacteria «Erwini», la aplicación de ultravioleta ha logrado disminuir la microflora inicial y reducir la podredumbre entre un 20 y un 50 por ciento.
Las pérdidas post-cosecha se sitúan en torno al 20 por ciento y la aplicación de esta técnica permitiría «reducir considerablemente los productos inservibles», ha explicado el investigador de Tecnova Joaquín Pozo.
Otro de los efectos de la radiación es su capacidad para inducir la producción de compuestos antioxidantes, ya que la energía irradiada por los ultravioleta es percibida por el producto como una agresión ante la cual establece un mecanismo de defensa.
Uno de los objetivos de este proyecto es obtener una alternativa al uso de higienizantes clorados (lejía) en los procesos de desinfección de productos hortofrutícolas, con una técnica respetuosa con el medioambiente que no genera residuos.
No obstante, en el caso de los productos de IV gama, la luz UV-C no se plantea como sustituto sino como complemento de otros desinfectantes, ya que la forma irregular que presenta la superficie de corte de este tipo de productos hace que la radiación ultravioleta no llegue a todos los resquicios.
Aunque la radiación ultravioleta ya se utiliza para la desinfección de aguas o la esterilización de envases de plástico, su aplicación a nivel agroalimentario es novedosa, han destacado desde Tecnova.
Una vez comprobada la eficacia de este tratamiento con diferentes ensayos, el centro tecnológico y la empresa Ingro Maquinaria, especializada en la fabricación de tecnología para la industria hortofrutícola, han diseñado un prototipo de equipo que se comercializará próximamente.
El prototipo consiste en una cinta transportadora sobre la que se sitúa el equipo UV-C que irradia la luz sobre los productos que van pasando por su interior.