Ambas organizaciones de trabajadores por cuenta ajena han lamentado que incluso aún se desconozcan la cuantía con la que contarán estos fondos.
El secretario de Comunicación y Empleo de la Federación Agroalimentaria de CCOO, José Fuentes, ha remarcado que el sector agrario ocupa el primer puesto en crecimiento porcentual del paro, tanto en términos mensuales como interanuales, lo que aumenta la tendencia a que el desempleo en el campo se convierta en un problema estructural.
Asimismo, Fuentes ha reiterado que en algunas zonas productoras el nivel de actividad de las campañas no se corresponde con los datos del empleo, lo que delata la existencia de «una bolsa importante de empleo sumergido».
En este sentido, ha insistido en la necesidad de poner en marcha un plan de choque contra esta situación, especialmente contra determinadas empresas de trabajo temporal (ETT), que «contratan de forma preferente y selectiva a inmigrantes para incumplir los convenios y realizar prácticas irregulares con mayor facilidad».
Para la secretaria del Sector Agrario y del Manipulado Hortofrutícola de la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios de UGT (Fitag), Delia García, los datos registrados en febrero invitan al pesimismo y la situación requiere ya la activación de planes de fomento del empleo agrario.
«Entendemos que es urgente que nos digan con qué fondos van a contar y cuándo se van a poner en marcha, ya que con la reforma laboral impuesta por el Gobierno va a aumentar el desempleo y va a repercutir en todos los sectores», ha subrayado García.
En cualquier caso, ha apuntado que el sector agrario necesita que la economía deje de destruir y vuelva a crear empleo en otros sectores, ya que el campo no puede asumir toda la demanda de trabajo que llega procedente de otras actividades.





















