El portavoz del primer ministro, el conservador Boris Johnson, subrayó que aún deben «superarse varios asuntos», entre ellos el futuro de la pesca, y «queda poco tiempo», pero señaló que el equipo británico sigue «trabajando duro».
Una fuente de Downing Street, residencia y despacho oficiales del jefe del Gobierno, dijo a Efe que las conversaciones con el equipo negociador comunitario, liderado por Michel Barnier, podrían continuar el fin de semana «si fuera necesario».
«Las negociaciones intensivas continúan hoy de manera presencial», tras concluir anoche a las 23 GMT, y podrían alargarse si se requiriera, afirmó esta fuente, que apuntó que no prevén dar detalles hasta conocer «cómo avanzan las conversaciones».
Este fin de semana Johnson estará en su residencia campestre de Chequers (sur inglés), y en todo momento está «en contacto regular con los negociadores, que le mantienen informado», según el portavoz oficial.
El Gobierno británico mantiene que sigue «comprometido a trabajar duro» para alcanzar un acuerdo sobre la futura relación, que se aplicaría al fin del periodo de transición el 31 de diciembre.
«Aún deben superarse varios asuntos, queda muy poco tiempo y estamos en un punto muy difícil en las conversaciones», sostuvo el portavoz de Johnson en su encuentro diario con la prensa.
«Lo cierto es que no podremos consensuar un acuerdo que no respete nuestros principios fundamentales de soberanía, pesca y control» de las fronteras», añadió.
La intervención del portavoz se produce después de que esta mañana el ministro de Empresa, Alok Sharma, dijera en declaraciones a la BBC que la negociación atraviesa «una fase difícil», y de que una fuente no identificada asegurara a la cadena pública que las posibilidades de un pacto están «disminuyendo».
Londres y Bruselas tratan de acercar posturas en áreas conflictivas como la gestión de las cuotas de pesca, las normas de competencia entre empresas y la gobernanza del futuro acuerdo, que regularía las relaciones bilaterales a partir del 1 de enero de 2021.
Si no hay pacto, ambas partes pasarían a regirse en sus intercambios comerciales por los requisitos arancelarios más generales, y menos favorables, de la Organización Mundial del Comercio (OMC).