El precio de los tomates europeos desde la primera semana de enero ha empezado una tendencia alcista en todos los mercados europeos. España ha visto como la cotización se elevaba por encima de los 70 céntimos en el primer corte y alcanzaba medias por encima de los 58 céntimos.
La misma situación la vivida en Holanda, donde los primeros cortes se han cotizado sobre los 1,4 euros.
Los motivos son confusos. Los productores holandeses señalan que la clave está en los problemas de calibre y calidad de la oferta española, lo que beneficia a un precio alto a los escasos tomates que hay en el mercado europeo.
Los productores españoles hablan de problemas de plagas y virus en la oferta marroquí, lo que ha beneficiado un descenso de la entrada de producto de Marruecos, con el consiguiente beneficio para el resto de la oferta europea.