Según Carrión, la campaña comenzó con precios aceptables, pero se ha venido abajo en las últimas semanas debido a la saturación que existe en el mercado por la entrada de limón procedente de países como Turquía.
Para que este producto cubriera al menos los costes productivos se debería estar vendiendo en origen a unos 20 céntimos el kilo, cuando se está pagando a entre uno y dos céntimos.
La situación del limón es muy parecida a la de la lechuga, según COAG, que asegura que su precio en origen también está yendo a la baja, lo que ha hecho que muchas plantaciones ni siquiera se lleguen a recoger.





















