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La totalidad de la superficie de cultivo de pimiento en los invernaderos andaluces cuenta con fauna auxiliar.

Casi el 100% del cultivo de pimiento está controlado a través del cultivo biológico.

Asimismo, está implantado en el 60 por ciento de la superficie de cultivo de melón; en el 55 por ciento de la sandía; el 35 por ciento de la berenjena; el 21 por ciento del calabacín, y el 14 por ciento de la judía. El control biológico o técnica de producción integrada renuncia en la medida de lo posible al uso de productos fitosanitarios y los sustituye por mecanismos reguladores naturales. Los principales agentes naturales de control de plagas son insectos y ácaros, enemigos naturales de las plagas, con los que se logra un equilibrio entre depredadores y presas. La implantación de esta técnica en los invernaderos andaluces ha sido denominada por los expertos del sector como la «revolución verde». Según datos manejados por Hortyfruta, la producción industrial de abejorros o insectos beneficiosos para controlar las plagas genera en la provincia de Almería un negocio de más de 50 millones de euros.