Las ventas de frutas y hortalizas, en su conjunto, de enero a junio, fueron de 1,96 millones de toneladas, con una disminución de 1,4% respecto al mismo periodo del año anterior. En cuanto al valor, que es de 1.900 millones de euros, marca un incremento de 3,5% que se debe principalmente al aumento general de los precios. Este aumento de las importaciones y disminuciones de las exportaciones ha producido una disminución de 25% del saldo positivo de la balanza comercial hortofrutícola, que fue de 310.000 euros.
La crisis de la E.coli es responsable, en buena parte, de la disminución de las ventas de hortalizas. Otros factores que han contribuido negativamente, añaden los expertos, son la estacionalidad de la producción, que ha penalizado las ventas en los países nórdicos, y la agresividad comercial de los comerciantes españoles, que hasta agosto estaban ofreciendo sus productos a precios inferiores.
Cabe destacar la disminución de las ventas italianas a Alemania (-5,4%), país que absorbe casi la mitad de las frutas y hortalizas italianas, y que se debe probablemente al problema ya mencionado de la E. coli. Lo mismo puede decirse de otros países de la UE, como el Reino Unido donde las ventas disminuyeron de 13,5%, España, con un descenso de 14,5%, Francia con una caída de 19,8%.
En lo que respecta a los intercambios con países fuera de la UE, donde Italia destina sólo el 14% del total de frutas y hortalizas, las ventas a Suiza disminuyeron el 12,1%, en línea con los demás países próximos a la UE, mientras que destaca el aumento de las importaciones de Turquía (13,6%) y de Estados Unidos (10,5%).





















