Así lo ha asegurado hoy el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, durante su intervención en la inauguración en Madrid del VIII Congreso de Economía Agraria, en referencia a los debates sobre la reforma de la PAC para el período 2014-2020.
En su intervención, Puxeu ha defendido que la Unión Europea (UE) aplique sus conocimientos y su capacidad tecnológica para responder a la necesidad creciente de alimentos y a las exigencias de los consumidores.
En su opinión, «no podemos renunciar» a la biotecnología, al regadío y a los avances en procesos de producción agraria y de la industria de transformación y de distribución.
Según Puxeu, hay que romper definitivamente la imagen de un agricultor pedigüeño y permanentemente enfadado que sólo vive de las ayudas de la PAC, para afianzar la de un profesional eficiente, capaz de responder a los retos que exigen los contribuyentes.
Ha abogado por que la industria alimentaria dé respuestas a nuevas demandas sociales como la elaboración de formatos ideados para servicios de cátering, familias monoparentales o tiendas no tradicionales, o las prácticas respetuosas con el medio ambiente.
Pese al escenario adverso provocado por la falta de liquidez en los mercados, el sector agroalimentario «ha sabido responder» bien como primer sector industrial europeo, tiene bajos niveles de suspensiones de pagos, ha consolidado o incluso aumentado su crecimiento y mantiene el empleo, ha detallado.
No obstante, ha reconocido que en España no se cumplirán las previsiones que barajaba el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) de alcanzar una producción agraria de 50.000 millones de euros para 2012 o 2014, aunque «estamos por encima de los 40.000 millones» en la actualidad.
Ha valorado que España cuenta con producciones consolidadas en cereal y una facturación de más de 5.500 millones en el sector cárnico porcino y de 18.000 millones en el de frutas y hortalizas.
La presidenta de la Asociación Española de Economía Agraria -organizadora del Congreso-, Mercedes Sánchez, ha apuntado que más de 250 economistas agrarios de España, Francia, Portugal, Reino Unido y países de América Latina participarán en este encuentro junto a entidades como la FAO, la OCDE o la Comisión Europea.
El director gerente del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra), Ricardo Riquelme, ha defendido el papel de la investigación para lograr una mejor productividad, competitividad y generación de empleo, así como una mayor colaboración entre Administración, universidad y empresa.
Para el director de la ETSIA de la Universidad Politécnica de Madrid, Jesús Vázquez, ahora ya no se discute el alto valor estratégico de la agricultura en Europa, por lo que hay que aprovechar esta oportunidad para profundizar en la investigación y la innovación y responder a retos como la soberanía alimentaria o atenuar la volatilidad de precios de las materias primas agrarias.
El Congreso se celebra entre los días 14 y 16 de septiembre y se distribuye en áreas temáticas como Política Agraria y Comercio Internacional; Producción, Organización Empresarial y Asociacionismo; Marketing, Consumo y Sistema Agroalimentario; Medio Ambiente y Cambio Climático, y Desarrollo Rural y Territorial.
Se presentarán, además, 140 trabajos, que recogen los resultados de las investigaciones más recientes sobre Economía Agraria.
El programa incluirá dos ponencias plenarias sobre «Gestión de riesgos en la agricultura» y la «Innovación y nuevas tecnologías sostenibles en el sistema agroalimentario y en el mundo rural», y las mesas redondas «La PAC en el horizonte 2020: implicaciones para España» y «Las revistas de investigación en Economía Agraria».






















