Son algunas de las conclusiones que se desprenden del Barómetro COVID-19 presentado este lunes por la consultora Kantar, un estudio a nivel global con encuestas realizadas entre el 14 y el 23 de marzo en medio centenar de países a cerca de 28.000 consumidores para pulsar su comportamiento en el marco de la actual crisis sanitaria.
«España es el mercado menos optimista sobre la recuperación de la economía una vez termine la pandemia», apuntan los autores del informe, que refleja que apenas un 20 % de los encuestados sí confían en una veloz mejora -el mismo porcentaje que en Alemania y Francia-, frente al 34 % en el que se sitúa la media global o el 65 % del que «presume» China.
De hecho, un 77 % de los participantes a nivel nacional se declararon «bastante o muy preocupados» por la economía, por encima incluso de quienes aseguraron estarlo también por el temor a enfermar (59 %).
En opinión de los responsables del informe, esto se debe a que mientras la población «es consciente de todas las medidas que se están tomando actualmente a nivel sanitario», de la parte económica sólo están saliendo «datos sobre la paralización y Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE)».
Desde Kantar han destacado que la recuperación dependerá «de las condiciones de salida del confinamiento», es decir, del tiempo que pase hasta alcanzar una apertura total de la actividad.
«Si miramos a China en eventos similares, el impacto ha sido normalmente de muy corta duración, lo lógico sería esperar algo similar», han asegurado los autores del documento, que han apuntado a la hostelería y los viajes como los sectores que antes deberían notar la mejora.
Los datos indican que una cuarta parte de la muestra admite su inquietud por la posibilidad de que acabe habiendo «escasez» de productos, pese a que las autoridades han garantizado el abastecimiento de alimentos y la cobertura de las necesidades básicas.
Con un 87 % de la población española que reconoce que el coronavirus ya ha afectado a su rutina, casi una tercera parte del total ha incorporado por primera vez alguna nueva práctica a su día a día, como trabajar conectado desde casa, hacer cursos por Internet o ver contenidos por el móvil.
Todo ello implica cambios en el consumo: un 50 % de los españolas ha comprado menos en tiendas físicas -debido en gran parte al cierre del comercio, con la excepción de los supermercados y la entrega a domicilio en la restauración-, frente al 20 % de media global.
Como consecuencia, un 16 % dice haber comprado más vía «online», siete puntos por encima de la media general.
Aunque el 63 % de los encuestados a escala nacional asegura que siguen sin comprar alimentos y bebidas por Internet, ya ha habido un 9,6 % de los consumidores que ha probado esta posibilidad por primera vez en su vida con motivo de esta crisis.
De hecho, esta sección es la que protagoniza el mayor incremento entre quienes se estrenan en la compra «online», por delante de cosmética y cuidado personal (+7,1 %).
Los responsables del estudio han incidido en que este escenario supone «una oportunidad» de negocio para algunas compañías, entre ellas los supermercados, ya que en España el comercio electrónico sólo supone entre el 1 y el 2 % de todos los ingresos del sector.
«Hay que destacar el potencial de crecimiento de este canal, que en este momento está sin mucho rodaje previo», han advertido.
Además, han pronosticado que durante las próximas semanas será habitual que la población intente tener su despensa llena de productos básicos, a lo que se sumará una especial atención a la higiene personal y la limpieza del hogar.
El informe también apunta a que el confinamiento social ha provocado un repunte del consumo de medios «caseros» como la televisión -tanto tradicional como bajo demanda- e Internet, y España lidera asimismo el aumento del uso de las redes sociales a nivel global.