La Unión Europea compensará con 210 millones de euros las pérdidas sufridas por los productores de hortalizas y frutas como consecuencia de la caída de las ventas ligada a la bacteria «E. coli», una suma que España considera «totalmente insuficiente». El comité de gestión, que reúne a expertos de los Veintisiete, votó un fondo especial de emergencia que cubrirá en torno al 50 por ciento de las pérdidas sufridas por los agricultores que se han visto obligados a retirar del mercado pepinos, tomates, lechuga, calabacines y pimientos. La propuesta de Bruselas logró 163 votos a favor, 90 en contra (de España, Francia, Polonia y Eslovaquia) y 92 abstenciones (República Checa, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Austria y Rumanía).
Técnicamente se produjo una «no opinión», según la jerga comunitaria, lo que faculta a la Comisión Europea para adoptar la propuesta, algo que ocurrirá esta semana, según informaron fuentes de la CE.